Existen distintas formas de clasificar la dislexia. En el ámbito educativo podemos hablar de dislexia del desarrollo o de dislexia evolutiva, ya que la dislexia adquirida es aquella provocada tras una lesión cerebral en las áreas encargadas del procesamiento lectoescritor.
También tenemos que diferenciar lo que es la dislexia del retraso lector, de trastornos específicos del lenguaje, de un retraso madurativo, del TDAH o de cualquier otra patología o discapacidad que pueda conllevar dificultades a la hora de adquirir la lectoescritura.
En función de las rutas de procesamiento o acceso al léxico que están afectadas, podemos distinguir entre:
- Dislexia fonológica o indirecta
Se corresponde con el mal funcionamiento de la ruta fonológica, es decir, de la vía indirecta que utiliza la conversión grafema-fonema para acceder al léxico.
Este tipo de dislexia dificulta la lectura de palabras largas y poco frecuentes y de palabras funcionales e imposibilita la lectura de pseudopalabras, donde suelen cometer muchos errores visuales que provocan lexicalizaciones, es decir, leen “espada” cuando pone “espaca”.
También presentan numerosos errores morfológicos o derivativos en los que mantienen la raíz de las palabras pero cambian los morfemas.
Se observan mayor número de errores en la lectura de las palabras función que en palabras de contenido.
Presenta mejores resultados en la lectura de palabras familiares tanto regulares como irregulares.
En el Centro Ficen, contamos con un equipo de profesionales del ámbito de la logopedia que pueden ayudarte a tratar la dislexia fonológica.