No debemos considerar la carrera como una marcha acelerada. Presentan características diferentes, por lo que para su rehabilitación es importante tener estos aspectos en cuenta.
En la marcha, hay una sucesión de dobles apoyos y apoyos monopodales; mientras que en la carrera no hay apoyos bipodales, sino una sucesión de apoyos unilaterales y fases de vuelo o de suspensión en el aire.
Si trazáramos una línea siguiendo los sucesivos apoyos de cada pie, se comprueba que en la marcha normal la trayectoria de apoyo de cada extremidad está ligeramente separada de la línea media, mientras que en la carrera el apoyo interno de cada pie coincide con la línea media.
Los movimientos angulares de los tobillos, las rodillas y las caderas son mayores en la carrera que en la marcha normal, y los movimientos de torsión de las cinturas pélvica y escapular también están aumentados. Las manos y los hombros están relajados y el codo en discreta flexión.
En el centro Ficen, damos respuesta profesional a las alteraciones de la marcha que impiden un correcto desarrollo cinesiológico. Además, asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares.