Comenzaré describiendo la discapacidad auditiva en función del nivel de pérdida auditiva en decibelios, según Bureau:

Hipoacusia leve (20 a 40 dB): La voz débil y lejana no puede percibirse, por lo que los alumnos parecen poco atentos.

Hipoacusia moderada (40-70 dB): El umbral de audición está ubicado en el de la conversación normal, más allá no puede percibir información auditiva. Estos alumnos suelen presentar graves retrasos en el lenguaje y alteraciones en la articulación.

Hipoacusia severa (70-90 dB): Es imprescindible para percibir la conversación, que el sonido sea amplificado. Estos alumnos pueden llegar a carecer de lenguaje.

Hipoacusia profunda (más de 90 dB): Solamente perciben ruidos muy intensos, por lo que precisarán de rehabilitación para poder adquirir el lenguaje.

Clasificación en función del lugar de la lesión:

Hipoacusia de conducción o transmisión: Producida por una alteración en el oído medio o externo. Por ejemplo otitis o perforaciones.

Clasificación en función del momento de aparición de la discapacidad auditiva:

Hipoacusia prelocutiva: La pérdida auditiva se produce al nacer o antes de adquirir el lenguaje a la edad de 2-3 años. Esto con lleva que para el alumno sea muy complicado adquirir el lenguaje, sobre todo si se trata de sordera severas o profundas.

Hipoacusia postlocutivas: Se produce después de la adquisición del lenguaje, por lo que los alumnos que se encuentren en este caso, podrán tener dificultades con el paso del tiempo en la articulación, en la voz, etc.

En el Centro Ficen damos respuesta profesional a todo problema como la hipoacusia. Además asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y sus familiares.

Referencias bibliográficas:

Rodríguez, M.A: Lenguaje de Signos. Madrid. (1992): CNSE y fundación ONCE.

Alonso. P, Gutiérrez. A.; Fernández. A y Balmaceda. M. Las necesidades educativas especiales del niño con deficiencia auditiva. Madrid. (1991): MEC-CNREE.