Son producidos por estimulación de la piel o mucosas. No están provocados por la elongación muscular, como sucede en los reflejos de estiramiento. Los reflejos cutáneos, también llamados superficiales, tienen un arco reflejo medular semejante al de los reflejos de estiramiento, también llamados profundos, pero además, disponen de un segundo arco cortical. Los impulsos aferentes ascienden por la médula y tronco hasta el lóbulo parietal cerebral, mientras que los impulsos eferentes descienden por la vía piramidal o en íntima conexión con ella.
Se suelen analizar los reflejos cutáneos abdominales y el reflejo plantar:
- Reflejos cutáneos abdominales: La respuesta normalizada ofrece una contracción homolateral de los músculos explorados, desviando el ombligo hacia ese mismo lateral. Las vías aferentes y eferentes de estos reflejos tienen una distribución topográfica metamérica.
- Reflejo cutáneo plantar: la estimulación en la zona del pie, borde lateral externo-base de los metatarsianos, normalmente produce la flexión de los dedos. La alteración del segmento Si produce la interrupción de la vía aferente o eferente, por tanto, también produce la abolición de este reflejo de flexión. Sin embargo, en las lesiones del sistema piramidal se produce la inversión de este reflejo, apareciendo la extensión del dedo 1º y la extensión con abducción de los restantes dedos (dedos en abanico), esta respuesta patológica recibe el nombre de signo de Babinski. En los lactantes se valora transcurrido el primer trimestre.
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