El síndrome de Sanfilippo o  mucopolisacaridosis (MPS) tipo III comprende un grupo de enfermedades de almacenamiento lisosomal, causada por la deficiencia de una de las cuatro hidrolasas lisosomales que participan en la degradación del glicosaminoglicano Heparan Sulfato (el cual se encuentra localizado en la matriz extracelular y en las glicoproteínas de la superficie celular). Esta deficiencia ocasiona degeneración grave del sistema nervioso central y deterioro de las habilidades sociales y de adaptación.

Historia

En 1961, Harris informó las manifestaciones clínicas de una niña con hepatoesplenomegalia, evaluación esquelética normal y excreción de grandes cantidades de heparan sulfato en la orina.

En 1962 y 1963, Sanfilippo y asociados describieron ocho niños con retraso mental y mucopolisacariduria de heparan sulfato y delinearon el síndrome que ahora lleva su nombre.

En 1974, Autio y asociados, utilizaron el término «gárgola» para describir la apariencia facial de un niño con aspartil-glicosaminuria que semejaba las características de estas decoraciones.

Manifestaciones clínicas

Desarrollo casi normal hasta antes de los 3 a 4 años de edad.

Retraso en el desarrollo, especialmente en el lenguaje (etapa 1).

Problemas conductuales (etapa 2).

El rostro de los pacientes con síndrome de Hurler, Síndrome de Hunter y síndrome de Sanfilippo son dramáticamente semejantes al de una gárgola. Macrocrania, rostro tosco, y características semejantes a un gárgola en un niño que se presenta con retardo sicomotor debe despertar la sospecha de una mucopolisacaridosis.

Los trastornos severos en la conducta y la hiperactividad son características muy frecuentes e incapacitantes del Síndrome de Sanfilippo y uno de los aspectos más difíciles de tratar en esta enfermedad.

Los pacientes con MPS III tienen un riesgo incrementado de desarrollar osteoporosis u osteomalacia, debido a la nutrición artificial prolongada con la posibilidad de deficiencias nurticionales.

Tratamiento

El tratamiento convencional del niño con síndrome de Sanfilippo que consiste en modificación conductual y farmacoterapia ha tenido un éxito limitado para el control de las manifestaciones conductuales.

Aun cuando, se ha considerado que la ventriculomegalia observada en este grupo de pacientes es debido a la atrofia cerebral. Es posible que episodios intermitentes de elevación en la presión intracraneal pueda ser el mecanismo que ocasione los cambios en la conducta que se observan en algunos niños con síndrome de Sanfilippo. Algunos autores recomiendan la colocación de una válvula de derivación ventriculo-peritoneal.

En el Centro Ficen damos respuesta profesional a todo problema como es el síndrome de Sanfilippo. Además asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares.