En los niños pequeños, la causa más frecuente de desviación de los pies hacia dentro es la torsión tibial interna.
Cierto grado de esta deformidad está presente en casi todos los lactantes por la posición intrauterina habitual. Normalmente, la torsión tibial interna se corrige de manera espontánea con el crecimiento subsiguiente.
Sin embargo, si el lactante adopta la posición habitual de dormir sobre las rodillas con los pies girados hacia dentro, o la posición de sentarse sobre los pies girados hacia dentro, la torsión tibial interna no sólo no se corrige espontáneamente, sino que puede aumentar con los años.
El objetivo del tratamiento es evitar la aplicación de fuerzas de torsión interna sobre las tibias enseñando al niño a no adoptar, para dormir y sentarse, las posiciones nocivas mencionadas anteriormente. Cuando esto se consigue, la torsión tibial interna se corrige espontáneamente de forma gradual en el curso de un periodo de varios años.
Sin embargo, si la torsión tibial interna en un niño mayor de 2 años es lo bastante grave para provocar que el niño tropiece a menudo con sus propios pies, está justificado el tratamiento, ya que éste consiste en mantener los pies en rotación externa mediante una férula nocturna o escayola durante unas semanas.
En el Centro Ficen damos respuesta profesional a todo problema como es en el caso de la torsión tibial interna. Además asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares.