En psicología y filosofía, la falta de motivación es un estado interior limitador y complejo, caracterizado por la presencia de pensamientos pesimistas y sensación de desánimo, que se origina como consecuencia de la generalización de experiencias pasadas negativas, propias o ajenas, y la auto-percepción (imaginada) de incapacidad para generar los resultados deseados.
La motivación, implica estados internos que dirigen el organismo hacia metas o fines determinados; son los impulsos que mueven o dan motivación a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. El término motivación está relacionado con voluntad e interés.
El factor más importante en el éxito de una familia es la motivación. Si un niño ve que sus padres lo alientan siempre, él se sentirá con motivación para el éxito. No conformarse nunca con el fracaso será una de sus características, y su autoestima se elevará y mantendrá.
Existe una amplia gama de discapacidades que pueden afectar a un niño, pero el hecho de poner constante énfasis en que siempre intente dar lo mejor de sí, reforzado por una atmósfera de afecto y motivación, apoyo, calor familiar, etc., ayudarán al niño con discapacidad a triunfar ante el desafío que afronta. Inculcarle esta confianza le ayudará a tener fe en sí mismo y a trabajar en beneficio propio durante el transcurso de toda su vida.
El día a día de las familias en las que alguno de sus miembros tiene discapacidad, sobre todo si es un niño, es difícil. Hay muchos padres que por más años que pasen son incapaces de asumir esa situación sin la ayuda de un profesional que le infunda la suficiente motivación para seguir adelante.
Algunas de las preocupaciones más frecuentes en los padres de niños con discapacidad es cómo afrontar el día a día, la educación de su hijo, el tiempo libre y sobre todo el futuro.
Por ello, desde el Centro FICEN se hacen reuniones con los padres desde los primeros momentos para acogerles, orientarles y darles motivación en los tratamientos tempranos y explicarles que gracias al trabajo conjunto de los profesionales, de la familia y del propio niño, serán capaces de conseguir muchos objetivos.
Lo más importante es que en la lucha del día a día se sientan apoyados por otras familias que atraviesan por su misma situación y cuenten con la motivación suficiente para aprender las técnicas y tratamientos que contribuirán al desarrollo de su hijo.