Durante el parto difícil de un niño de gran tamaño con presentación de vértice, en la fase en la que los hombros todavía están retenidos, la flexión lateral forzada de la cabeza y el cuello puede producir una lesión por tracción del plexo braquial.

El mismo tipo de lesión ocurre a veces durante un parto de nalgas, en la fase en que la cabeza aún está retenida, si se aplica una flexión lateral fuerte sobre el tronco y la columna vertebral cervical.  La lesión resultante del plexo braquial  varía desde un estiramiento leve a un desgarro completo de uno o varios troncos, o incluso a la avulsión de las raíces nerviosas de la médula espinal.  La consecuencia es una lesión mixta sensitiva y de neurona motora inferior, llamada parálisis braquial obstétrica.

El diagnóstico preciso para la parálisis braquial obstétrica depende del lugar de avulsión de las raíces nerviosas que puede establecerse mediante TC, combinada con mielografía, o mediante resonancia magnética.

Los tipos de parálisis braquial son:

–         Parálisis de Erb (parálisis braquial de tipo superior): el recién nacido no realiza movimiento activos con el brazo afectado, que, a causa de la distribución de la parálisis muscular, permanece a un lado del cuerpo en posición de rotación interna.

–         Parálisis de Klumpe (parálisis braquial de tipo inferior): afecta los músculos del antebrazo y la mano.

–         Parálisis braquial de tipo completo: en la que existe una pérdida completa de sensibilidad y una parálisis total de toda la extremidad superior.

En el Centro Ficen damos respuesta profesional a todo problema como es en la parálisis braquial obstétrica. Además asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares