Se considera la parálisis cerebral como un grupo de trastornos del desarrollo del movimiento y la postura, causantes de limitación de la actividad, que son atribuidos a una agresión no progresiva sobre un cerebro en desarrollo, en la época fetal o primeros años. El trastorno motor de la parálisis cerebral se acompaña con frecuencia de trastornos sensoriales, cognitivos, de la comunicación, perceptivos y/o de conducta, y/o por epilepsia. La prevalencia global de la parálisis cerebral se sitúa entre un 2 y 3 por cada 1000 nacidos vivos, aproximadamente.
La clasificación de la parálisis cerebral en función del trastorno motor predominante y de la extensión de la afectación es de utilidad para la orientación del tipo de tratamiento, así como para el pronóstico evolutivo.
- La parálisis cerebral espástica es la forma más frecuente. Este tipo se caracteriza por un tono muscular elevado (hipertonía). Los niños con parálisis cerebral espástica forman un grupo heterogéneo, según las partes afectadas.
- La parálisis cerebral discinética es la forma de parálisis cerebral que más se asocia con factores perinatales. Se caracteriza por una fluctuación y cambio brusco del tono muscular, presencia de movimientos involuntarios y persistencia de los reflejos arcaicos.
- La parálisis cerebral atáxica presenta inicialmente hipotonía como síntoma predominante. El síndrome cerebeloso completo con hipotonía, ataxia, dismetría, incoordinación, puede evidenciarse a partir del año de edad. A menudo, aparece en combinación con espasticidad y atetosis.
- La parálisis cerebral hipotónica es poco frecuente. Se caracteriza por una hipotonía muscular con hiperreflexia osteotendinosa, que persiste más allá de los 2-3 años y que no se debe a una patología neuromuscular.
- La parálisis cerebral mixta. Asociaciones de ataxia y distonía o distonía con espasticidad son las formas más comunes.
Para el tratamiento de la parálisis cerebral es necesario un equipo multidisciplinario (neuropediatra, fisioterapeuta, ortopeda, psicólogo, logopeda, pediatra de atención primaria y la colaboración de otros especialistas), para la valoración y atención integral del niño con parálisis cerebral. Una atención especializada, temprana e intensiva durante los primeros años y un tratamiento de mantenimiento posterior. El tratamiento debe de ser individualizado, en función de la situación en la que se encuentre el niño (edad, afectación motriz, capacidades cognitivas, patología asociada), teniendo en cuenta el entorno familiar, social y escolar.
En el Centro Ficen damos respuesta profesional a la sintomatología consecuencia de la parálisis cerebral. Además, asesoramos y orientamos a la persona con discapacidad y a sus familiares.